viernes, 28 de julio de 2017

Un beso

Sentado en el metro, Pablo miraba fija, hipnóticamente, el cuello atractivo de una dama joven preciosa, sentada delante de él.
Su pelo cautelosamente recogido en un moño revelaba su cuello delgado del cisne y el collar fino de oro que lucía.
Pablo era fascinado en contra de su voluntad.
Antes de salir, suave, casi imperceptiblemente, se inclinó hacia ella y sin problema alguno, tocó el cuello de la dama joven con sus labios mojados.
Lo besó con ternura y devoción.
La dama, sintiéndose halagada, sonreía durante mucho tiempo, incluso después de que Pablo salió en la próxima parada, “Mar de Cristal”.
Pablo también sonreía.

Entre sus dientes ahora brillaba el collar fino de oro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario